Incendios forestales en Canadá: el peor desastre ambiental del año.
Canadá enfrenta una de las temporadas de incendios forestales más devastadoras de su historia. Desde principios de 2025, más de 2 millones de hectáreas han sido consumidas por las llamas, afectando principalmente las provincias de Alberta, Saskatchewan, Manitoba, Ontario y Quebec. La magnitud del desastre ha obligado a la evacuación de al menos 26,900 personas y ha dejado un saldo de al menos dos víctimas fatales en Manitoba.
Los incendios han sido alimentados por una combinación de factores climáticos extremos, incluyendo una primavera inusualmente cálida y seca, junto con vientos fuertes que han propiciado su rápida expansión. En Alberta, por ejemplo, se han perdido aproximadamente 400,000 hectáreas de bosque, y en Saskatchewan, una base aérea de aeronaves cisterna fue destruida por las llamas. Además, la producción de petróleo en Alberta se ha visto interrumpida debido a la cercanía del fuego.
El humo denso generado por los incendios ha cruzado la frontera hacia Estados Unidos, afectando la calidad del aire en estados como Minnesota, Wisconsin y Michigan, y llegando incluso hasta el norte de Florida. Además, el Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus, dependiente de la Unión Europea, reportó que las altas columnas de humo cruzaron el Atlántico y ya están presentes en la atmósfera de Europa, aunque no representan un peligro inmediato para la salud.
Las autoridades canadienses han declarado el nivel de preparación nacional más alto y han movilizado recursos para combatir los incendios y mitigar sus efectos. Sin embargo, los expertos advierten que la magnitud y el inicio temprano de la temporada 2025 han sido exacerbados por los efectos del cambio climático, lo que podría indicar que este tipo de desastres se volverán más frecuentes en el futuro.
Mientras tanto, las comunidades afectadas luchan por hacer frente a la devastación, con muchas localidades indígenas entre las más impactadas. Se espera que los próximos días sean aún más difíciles, con un aumento en el número de evacuados y una mayor propagación del fuego.
Este desastre subraya la urgente necesidad de abordar el cambio climático y de implementar medidas más efectivas para prevenir y mitigar los incendios forestales en el futuro.
