Insólito caso en Costa Rica: Gato detenido por contrabando de drogas en cárcel de Pococí.
En un hecho sin precedentes, autoridades penitenciarias de Costa Rica interceptaron a un gato que intentaba ingresar droga al Centro Penal de Pococí, en la provincia de Limón. El felino llevaba adheridos a su cuerpo dos paquetes que contenían aproximadamente 235 gramos de marihuana y 68 gramos de pasta de crack, además de hojas de papel utilizadas para elaborar boletas de droga. Los paquetes estaban envueltos en plástico negro y sujetos con cinta industrial.
El incidente ocurrió la noche del 13 de mayo, cuando un oficial de vigilancia observó al gato trepando una cerca de alambre de púas con los paquetes adheridos a su cuerpo. Tras ser capturado, el animal fue entregado al Servicio Nacional de Salud Animal (SENASA) para su evaluación y cuidado. Las autoridades sospechan que internos del penal alimentaron y entrenaron al gato para que regresara a su celda, mientras que un traficante externo colocó los narcóticos en su cuerpo.
Este caso resalta la creciente preocupación por el uso de animales para el contrabando de drogas en las cárceles costarricenses. Desde 2015, se han registrado al menos siete incidentes similares, involucrando gatos, perros y palomas. En 2018, otro gato fue detenido en el Centro Penal La Reforma por portar un teléfono móvil, batería, cargador y manos libres, elementos prohibidos en las prisiones del país.
El Ministerio de Justicia y Paz condenó esta práctica como una muestra de la creatividad y crueldad de quienes buscan burlar la seguridad penitenciaria. Las investigaciones continúan para identificar a los responsables y determinar si hay cómplices dentro o fuera del centro penal.
Este insólito suceso ha generado una amplia cobertura mediática y ha puesto en evidencia los métodos cada vez más sofisticados utilizados para introducir contrabando en las cárceles del país.