💔 El asesinato de la familia Van Breda.
En la madrugada del 27 de enero de 2015, se descubrieron los cuerpos sin vida de Martin van Breda (54), Teresa van Breda (55) y Rudi van Breda (22), mientras que su hija Marli (16) fue hallada con graves heridas en la cabeza. Su hermano menor, Henri van Breda (20), resultó ligeramente herido.
La investigación reveló que las tres víctimas murieron por múltiples cortes en el cráneo, realizados con un hacha de 4,5 kg localizada en la escena junto a un cuchillo.No se observaron señales de allanamiento, lo que llevó a las autoridades a sospechar que se trató de un crimen perpetrado desde dentro.
Henri se entregó en junio de 2016 y fue liberado bajo fianza. Durante el juicio, presentó diversas versiones, incluyendo la de un supuesto atacante enmascarado, pero resultaron inconsistentes. También hallaron que sus heridas eran autoinfligidas y que manipuló la escena para desviar a los investigadores.
⚖️ Juicio y condena
- 21 de mayo de 2018: Henri van Breda fue declarado culpable de tres asesinatos, intento de asesinato y obstrucción a la justicia.
- 7 de junio de 2018: Recibió tres cadenas perpetuas por las muertes, 15 años por el ataque a su hermana y un año más por obstrucción.
- Apelación: Se solicitó permiso para apelar, pero fue denegado en noviembre de 2018 .
- Durante la sentencia, el juez Siraj Desai calificó el ataque como “extremadamente cruel y sin precedentes” y señaló la completa ausencia de remordimiento por parte del acusado.
🎯 Contexto y consecuencias
La familia había regresado a Sudáfrica desde Australia en 2014, donde habían vivido varios años, poseyendo una mansión en la Sunshine Coast, Queensland.El complejo De Zalze, muy seguro, fue descrito por la asociación local como un “incidente aislado” en un entorno normal.
Marli, la única sobreviviente, fue sometida a intensas cirugías por lesiones en la cabeza y cuello, desarrollando amnesia retrógrada; no recuerda nada de la noche del ataque.
La matanza de los Van Breda, más allá de su brutalidad, despertó gran conmoción en Sudáfrica y en el extranjero. El veredicto y las cadenas perpetuas pusieron fin a un caso que capturó la atención mundial, aunque dejaron sin resolver las razones que llevaron a un hijo a cometer una crueldad tan atroz contra su propia familia.
