🧬 Ozzy Osbourne vende su ADN.
En una movida tan polémica como original, el icónico «Príncipe de las Tinieblas», Ozzy Osbourne, ha decidido ofrecer su ADN a los fans a través de un tremendo proyecto de marketing junto a la bebida Liquid Death. La campaña, bautizada como “Infinity Ozzy”, se lanzó la semana pasada y permitió a un grupo exclusivo de seguidores adquirir latas de té helado que el artista había consumido, ahora impregnadas con su ADN.
Solo se pusieron a la venta 10 latas, cada una firmada y aplastada por Ozzy, a un precio de 450 USD (aproximadamente 335 GBP) .
Liquid Death advirtió que, en un futuro (cuando lo permitan la tecnología y la legislación), esa muestra de ADN podría incluso reutilizarse para clonar al legendario vocalista .
Según el anuncio, los compradores pueden consumir la bebida, atesorarla como coleccionable o guardarla, con la normativa recomendación de conservarla a –80 °C para preservar la integridad del ADN
La operación fue un éxito inmediato: las latas se agotaron en cuestión de minutos, dada su exclusividad.
Este inusual lanzamiento coincide con el esperado último concierto en vivo de Ozzy, titulado “Back to the Beginning”, que reunirá a la formación original de Black Sabbath el 5 de julio en Villa Park, Birmingham. El evento estará acompañado por superestrellas del metal como Metallica, Slayer, Pantera y Gojira.
¿Qué supone esto para el legado de Ozzy?
- Relevancia mediática: Es una de las campañas más provocadoras en vincular ADN humano con productos de consumo.
- Debate bioético: Abre discusión sobre derechos genéticos, consentimiento futuro y posibilidades de clonación, aunque solo sea un ejercicio publicitario.
- Conexión extrema con fans: Solo 10 seguidores tendrán acceso a una muestra genética única, la cual podría tener un valor simbólico o coleccionable tremendo.
Ozzy Osbourne y Liquid Death han roto moldes con una edición ultra limitada de latas de té helado marcadas por su ADN, por 450 USD cada una, ya vendidas en su totalidad. Esta llamativa acción, a escasas semanas de su despedida en vivo con Black Sabbath, combina espectáculo, legado y controversia genética bajo un mismo plano.
