Históricas reformas del Papa Francisco: el primer pontífice latinoamericano que transformó el Vaticano.
Desde su elección en 2013, el Papa Francisco ha dejado una huella imborrable en la historia de la Iglesia Católica. Como el primer pontífice latinoamericano, Jorge Mario Bergoglio no solo rompió una tradición de siglos al llegar al trono de Pedro desde el «fin del mundo», como él mismo dijo, sino que también emprendió una serie de reformas profundas que redefinieron el papel del Vaticano en el siglo XXI.
Entre los cambios más significativos, se destacan:
1. Reforma de la Curia Romana:
Con la constitución apostólica Praedicate Evangelium, Francisco reestructuró el órgano central de gobierno del Vaticano, buscando mayor transparencia, eficiencia y descentralización. Dio mayor protagonismo a las conferencias episcopales y priorizó la misión evangelizadora por encima de las estructuras burocráticas.
2. Lucha contra los abusos sexuales:
Bajo su liderazgo, el Vaticano adoptó una postura más firme frente a los casos de abuso dentro de la Iglesia. Se establecieron normas más estrictas de investigación y se facilitó la denuncia, incluso contra obispos. La creación de la Comisión Pontificia para la Protección de los Menores marcó un paso clave hacia la responsabilidad institucional.
3. Apertura hacia temas sensibles:
El Papa Francisco ha impulsado un tono más inclusivo y pastoral en asuntos como la homosexualidad, el papel de la mujer en la Iglesia, el divorcio y la comunión. Su famosa frase «¿Quién soy yo para juzgar?» en referencia a las personas homosexuales marcó un antes y un después en el discurso eclesial.
4. Compromiso con el medio ambiente:
Con la encíclica Laudato si’, el pontífice puso la crisis ecológica en el centro del mensaje católico, llamando a una «conversión ecológica» y posicionándose como un líder espiritual global frente al cambio climático.
5. Sencillez y cercanía pastoral:
Desde el inicio de su pontificado, Francisco ha dado ejemplo con gestos concretos de humildad: vive en una residencia modesta, evita lujos y mantiene contacto directo con fieles y comunidades marginadas, reforzando su imagen de «pastor con olor a oveja».
A más de una década de su elección, la figura del Papa Francisco sigue generando admiración, debate y renovación. Su legado como el primer Papa latinoamericano no solo ha reconfigurado la política interna del Vaticano, sino que ha abierto nuevas puertas al diálogo en un mundo cada vez más dividido.