Tom Hanks recuerda su desafiante experiencia en el rodaje de El Náufrago.
A casi 25 años del estreno de El Náufrago (Cast Away), Tom Hanks ha rememorado los desafíos físicos y emocionales que enfrentó durante la filmación de una de sus actuaciones más aclamadas. La película, dirigida por Robert Zemeckis y estrenada en el año 2000, narra la historia de Chuck Noland, un ejecutivo de FedEx que sobrevive a un accidente aéreo y debe aprender a subsistir solo en una isla desierta durante varios años.
En una entrevista, Hanks compartió anécdotas sobre la transformación extrema que debió atravesar para interpretar al personaje. «Tuve que perder más de 20 kilos, y hubo una pausa de producción de casi un año para que pudiera dejarme crecer el cabello y la barba», contó el actor. «Fue agotador, pero una de las experiencias más enriquecedoras de mi carrera».
El Náufrago fue un éxito de taquilla y crítica. Recaudó más de 429 millones de dólares a nivel mundial y le valió a Hanks una nominación al Óscar como Mejor Actor. Además, la cinta popularizó al entrañable personaje de “Wilson”, un balón de voleibol que se convirtió en el único «compañero» de Noland durante su aislamiento.
El filme también fue un experimento cinematográfico notable. Robert Zemeckis aprovechó la pausa en el rodaje para dirigir Lo que la verdad esconde (What Lies Beneath) con Harrison Ford y Michelle Pfeiffer, utilizando al mismo equipo de producción mientras Hanks realizaba su transformación física.
Con el paso de los años, El Náufrago se ha consolidado como una obra icónica del cine contemporáneo, combinando drama, soledad y supervivencia en una historia profundamente humana. “Fue una película sobre la esperanza, la resiliencia y lo que significa estar realmente solo”, concluyó Hanks.
