Juli Luxie, de 21 años fue encontrada muerta en su residencia en Corbeil-Essonnes al norte de Francia.

 Juli llevaba dos semanas sin comunicarse con su familia. Agentes de policía llegaron a su casa después de recibir una llamada de alerta de su padre, quien expresó su preocupación ya que la joven no respondía su teléfono al parecer estaba sufriendo depresión algo que preocupaba al padre de Juli.

 El cuerpo de la joven fue encontrado cerca de la puerta principal al interior de su vivienda. Había rastros de sangre y botellas de óxido nitroso (también llamado ‘gas de la risa’) que se cree que Juli consumía en grandes cantidades.

Autoridades han iniciado una investigación sobre el caso y realizan la respectiva autopsia, ya que las causas de su muerte aún son inciertas.