Niñez bajo fuego: Las devastadoras consecuencias de los ataques en Gaza.
Los niños y niñas de Gaza enfrentan una de las crisis humanitarias más graves del siglo XXI. Tras meses de intensos bombardeos y enfrentamientos armados, las consecuencias para la población infantil son desgarradoras: miles han muerto, otros han resultado heridos, han perdido a sus familias o viven con traumas psicológicos profundos.
Según informes de organizaciones internacionales como UNICEF y Save the Children, más del 60% de las víctimas en Gaza durante los últimos meses son menores de edad. Muchas escuelas han sido destruidas o se utilizan como refugios, dejando a más de 500.000 niños sin acceso a educación formal. Además, la infraestructura sanitaria ha colapsado, lo que dificulta la atención a los heridos y el tratamiento de enfermedades prevenibles.
«Los niños de Gaza no solo están perdiendo la vida, están perdiendo su infancia, su derecho a aprender, a jugar, a soñar», afirmó Catherine Russell, directora ejecutiva de UNICEF.
Los efectos psicológicos son igualmente alarmantes. Psicólogos locales y voluntarios informan un aumento drástico de casos de estrés postraumático, ansiedad severa y mutismo selectivo. Muchos menores han presenciado la muerte de familiares o han quedado atrapados entre los escombros tras los bombardeos.
A nivel internacional, la comunidad ha manifestado su preocupación, pero los llamamientos a un alto al fuego permanente han sido hasta ahora insuficientes para detener la violencia. Las organizaciones humanitarias exigen la apertura inmediata de corredores seguros y el acceso sin restricciones a ayuda médica y alimentaria.
La niñez en Gaza está al borde del colapso. Mientras continúan los ataques, el mundo observa con creciente impotencia cómo se extingue la luz de una generación que solo anhela vivir en paz.