Insolación vs. Golpe de Calor: ¿En Qué se Diferencian y Cómo Prevenirlos?
Con la llegada de temperaturas extremas, los riesgos de sufrir problemas relacionados con el calor aumentan. Entre los más peligrosos se encuentran la insolación y el golpe de calor, dos condiciones que, aunque a menudo se confunden, tienen diferencias importantes en sus causas, síntomas y gravedad.
¿Qué es la Insolación?
La insolación ocurre cuando una persona se expone de manera prolongada al sol sin protección adecuada. Se caracteriza por síntomas como enrojecimiento de la piel, dolor de cabeza, fatiga, mareos y deshidratación. Aunque es molesta, generalmente no pone en peligro la vida si se trata a tiempo con hidratación y descanso en un lugar fresco.
¿Qué es el Golpe de Calor?
El golpe de calor, en cambio, es una condición más grave y potencialmente mortal. Se produce cuando el cuerpo pierde la capacidad de regular su temperatura, lo que hace que esta supere los 40°C. Puede ocurrir no solo por exposición al sol, sino también por actividades físicas intensas en ambientes calurosos y húmedos. Sus síntomas incluyen piel caliente pero sin sudoración, confusión, desmayos, vómitos, ritmo cardíaco acelerado y, en casos extremos, convulsiones o coma.
¿Cómo Prevenirlos?
Para evitar tanto la insolación como el golpe de calor, los expertos recomiendan:
✅ Hidratarse constantemente, incluso si no se siente sed.
✅ Evitar la exposición al sol en las horas más calurosas del día (entre las 11 a.m. y las 4 p.m.).
✅ Usar ropa ligera, gorra o sombrero y protector solar.
✅ Permanecer en lugares frescos y bien ventilados.
✅ Evitar el ejercicio intenso en ambientes calurosos.
Si alguien muestra síntomas de un golpe de calor, es fundamental buscar asistencia médica de inmediato, trasladarlo a un lugar fresco y aplicar paños húmedos para reducir la temperatura corporal.
Con el aumento de las olas de calor en muchas partes del mundo, es crucial conocer las diferencias entre estas afecciones y actuar rápidamente para prevenir riesgos.