Los frutos secos:impacto positivo en la salud cardiovascular y la longevidad.
Pequeños, crujientes y sabrosos, los frutos secos se han convertido en protagonistas de la conversación sobre la salud. Nuevas investigaciones sugieren que consumir regularmente almendras, nueces, avellanas o pistachos puede alargar la vida y reducir significativamente el riesgo de enfermedades crónicas.
Un estudio publicado recientemente en The New England Journal of Medicine analizó los hábitos alimenticios de más de 120.000 personas durante tres décadas. Los resultados revelaron que quienes consumían frutos secos al menos cinco veces por semana presentaban un 20% menos de riesgo de muerte por cualquier causa, en comparación con quienes apenas los incluían en su dieta.
“Los frutos secos son una fuente excelente de grasas saludables, antioxidantes, fibra y proteínas vegetales”, explicó la doctora Laura Sánchez, nutricionista del Hospital Clínico San Carlos. “Ayudan a reducir el colesterol malo, controlar el azúcar en sangre y combatir la inflamación, factores clave en la prevención de enfermedades cardiovasculares y metabólicas”.
Además de su valor nutricional, los frutos secos ofrecen una alternativa práctica y accesible a los snacks ultraprocesados. Según datos del Ministerio de Sanidad, su consumo en España ha aumentado un 15% en los últimos cinco años, impulsado por campañas de concienciación sobre alimentación saludable.
Sin embargo, los expertos advierten que no todos los frutos secos son iguales. “Es importante optar por versiones naturales o tostadas sin sal ni azúcares añadidos”, subraya Sánchez. También recomiendan moderar las porciones, ya que son alimentos densos en calorías.
Con cada vez más estudios respaldando sus beneficios, los frutos secos se consolidan como un complemento esencial en una dieta equilibrada. Y aunque no son una panacea, podrían ser un paso sencillo —y sabroso— hacia una vida más larga y saludable.